
Un triplete de Thierno Barry y la falta de autocontrol de los jugadores del Leganés, que cayeron en provocaciones y dejaron de pensar en el fútbol durante media hora, fue suficiente para que el Villarreal finalizara el año con una victoria a domicilio en Butarque (2-5). Como si fuera el espíritu de las navidades pasadas, el antiguo canterano Dani Raba se presentó ante el equipo amarillo poco antes de Nochebuena para atormentarlo. Parecía incluso que tuviera la fecha marcada en el calendario, ya que salió con el ánimo de reivindicarse. Y lo hizo durante la primera parte.