Angustiosa final de Wimbledon 2025 la que se ha experimentado y que va a pasar a los anales de la historia en sentido negativo. Iga Swiatek venció por 6-0 6-0 a Amanda Anisimova en la penosa actuación por parte de la habitante de Estados Unidos , que fue inútil de rendir a un nivel mínimo exigible en un acontecimiento como este. Cundía en el ambiente previo a la final de Wimbledon 2025 que el espectáculo podría decaer por los nervios e inexperiencia de Amanda Anisimova en una cita como esta.
El miedo escénico acudió con todo a la habitante de Estados Unidos , que se perdió en un mare mágnum de errores ante una Iga Swiatek capaz de gestionar a las mil maravillas un partido en el que no precisó mucho más que jugar con orden y concentrada. Se frustró la final soñadaa y un regusto amargo invade a todos los amantes del tenis que querían gozar de una enorme guerra.
Lo visto en el primer equipo fue un padecimiento tanto para Anisimova como para cualquier espectador. Desubicada a mucho más no poder, carente de armas para controlar sus nervios y también incapaz de encontrar un ritmo de bola que le permitiera jugar con cierto margen de error , Iga caminaba por la vista con la tranquilidad de no tener que hacer nada particular para ver de qué forma los juegos caían de su lado sin remisión. El agobio de Anisimova era tal que no encontraba la forma de enojarse consigo o de buscar soluciones.
El drama continuó en una segunda manga en la que la estadounidense buscaba desesperadamente experiencias , pero los errores proseguían produciéndose. Intentó jugar con algo mucho más de margen, pero Iga apretaba de fondo de pista, metía bolas con rigidez y conseguía desbordar mentalmente a su contrincante. No había oportunidad de reacción y la sombra de la bicicleta se cernía de a poco sobre una Anisimova a la que las piernas por el momento no le respondían.
Sonrojante nivel de tenis y de estabilidad mental el ofrecido por una Amanda Anisimova que se despide de Wimbledon 2025 de la peor forma posible. No debería opacar este partido su gran torneo, pero lo realiza y es ineludible preguntarse qué partido habríamos visto si hubiera sido Sabalenka la otra finalista. Por su lado , Iga Swiatek despeja todas las dudas que se habían cernido sobre ella con un nuevo título de Grand Slam, y ahora van seis. Conquista territorio irreconocible la polaca y vuelve a sentirse una historia de historia legendaria en ciernes.